lunes, 2 de agosto de 2010

Fluxus por Jorge López Anaya

Extraido de:
El Extravío de los límites
Jorge López Anaya
Emecé - 2007



fluxus, gutai, zaj

En 1961, George Maciunas (1931-1978), un arquitecto y galerista nacido en Lituania, acuñó el término fluxus (la creación que fluye, o el flujo de la vida), para bautizar a un movimiento internacional que agrupó a norteamerica¬nos y europeos. En el Café A. Gago, el Epitome Café de Larry Pons, en el desván de la calle Chambers, de Yoko Ono, y en otras partes de la ciudad de Nueva York, bajo el nombre de fIuxus, actuaron Dick Higgins, Bob Watts, Al Hansen, Geor¬ge Maciunas, Jackson MacLow, Richard Maxfield, Yoko Ono, La Monte Young y Alisan Knowles. En esos espacios presentaron, desde performances musicales, sonoras, visuales y poéticas hasta todo tipo de objetos encontrados.
“FIuxus -según Dick Higgins- existía antes de tener nombre y continúa existiendo hoy como forma, principio y modo de trabajar”: Además, “no es un movimiento, ni un momento en la historia, ni una organización Es una idea, un modo de vivir, un grupo de personas no fijo que fluxotrabajan” No tiene obje¬tivos “estéticos” sino sociales; más aun se propone la eliminación progresiva de las "bellas artes" y de la práctica profesional del arte. También está contra el objeto artístico tradicional como mercancía y se opone a la cultura de elite, como la ópera y el teatro. Asimismo, se manifiesta a favor de las artes populares como el circo y las ferias. A diferencia del happening, en el cual los espectadores participan expresamente, fIuxus tiene carácter de representación; los artistas actúan sobre un escenario u otros lugares, ante el público. Fluxus no se interesa por los objetos sino por la evocación de lo efímero.
Las actividades de fIuxus, en Europa, comenzaron en 1962 con la presen¬cia de Maciunas en Weisbaden. En septiembre de ese año se realizó el primer Fluxus Internationale Festspiele Neuester Musik, en el Stadtisches Museum. Si¬guieron otros en Copenhague, París, Düsseldorf y Niza, con la actuación de Wolf Vostell, Daniel Spoerri, Robert Fillou, Nam June Paik, Phil Comer, Ben Vautier y Joseph Beuys. En el Festum Fluxorum Fluxus que organizó Beuys en Düsseldorf, en febrero de 1963, el artista alemán presentó su primera acción importante: Sinfonía Siberiana, 1º movimiento.
Hacia la misma época, Maciunas redactó un manifiesto, entremezclado con definiciones del mundo flux, que resumía los objetivos de fIuxus:

“Purguemos el mundo de la enfermedad burguesa, la cultura “intelec¬tual”, profesional y comercializada. Purguemos el mundo de arte muer¬to, de imitación, de arte artificial, arte abstracto, arte ilusionista, arte matemático. ¡Purguemos el mundo de “europeísmo”! Promovamos un flujo revolucionario y aneguemos el arte, promovamos el arte vivo, el antiarte, la realidad no-artística para que esté al alcance de todo el mundo, no solo de los críticos, diletantes y profesionales. Fundemos los cuadros de revolucionarios culturales sociales y políticos en un frente unido en la acción.

Los tres principios: la pugna contra la cultura comercializada e intelectuali¬zada; la promoción de un arte nuevo, y la fusión de los revolucionarios de toda laya, fueron fundamentales en las acciones de fIuxus. Solamente contaba la unión del arte y la vida. Es evidente que su influencia en el arte contemporáneo fue sustancial. En 1978, la muerte de Maciunas anunció la declinación de fluxus.
En 1954, impulsada por Jira Yoshihara (1905-1972), se fundó en Osaka, Japón la Gutai Bijutsu Kyokai (Asociación de arte concreto), considerada como el punto de partida del arte japonés posterior a la Segunda Guerra Mundial. Lo acompañaban unos quince artistas, entre ellos Shaza Shimamoto, Chiyu Uemae Tsuruko Yamazaki, Michio Yoshihara, Toshio Yoshida. En enero de 1955 apareció el primer ejemplar de la Revista Gutai, de la cual se publicaron doce números hasta 1965,
El colectivo privilegió en sus comienzos las acciones; Allan Kaprow, en Assemblage, Environment and Happenings, lo presentaba como un movimien¬to pionero del happening. En 1957, Michel Tapié, quizá como estrategia para promover su art autre, en una visita al Japón, incorporó a Gutai en la saga del informalismo internacional.
Todos los miembros participaron en la séptima Exposición de los Indepen¬dientes de Yomiuri, en Tokio, en marzo de 1955, cada uno de ellos con obras firmadas “Gutai”. En octubre del mismo año se presentó en la misma ciudad, en Ohara Kaikan, una muestra del grupo, en la que participaban cuarenta artis¬tas, veintitrés de ellos miembros de la Asociación Gutai: Jira Yoshiwara, Ukita Yozo, Ono Itoko, Kanayama Akira, Shimamoto Shozo, Kazuo Sh1raga y otros.
En esta ocasión se realizaron las acciones pioneras de Saburo Murakami, que anunciaban las futuras presentaciones en las que atravesaba diecisiete pan¬tallas de papel, como manifestación del deseo de romper la superficie del cuadro para entrar en la realidad, por su parte, Shozo Shimamoto construyó un proyectil de óleo de colores dentro de un tubo de acero y lo estalló contra un lienzo. Kazuo Shiraga se suspendió del techo para aplicar la pintura en la tela con sus pies. Fue la expresión inicial de un arte de acción reinterpretado por creadores no norteamericanos ni europeos.
El Manifiesto Gutai fue publicado por Yoshihara en el diario Geijutsu, en diciembre de 1956; en el texto se insiste sobre la deuda del grupo con Georges Mathieu, Jackson Pollock, Antoni Tapies y el informalismo. Después de la muer¬te su fundador, en 1972, el colectivo se disolvió.
ElGrupo ZAJ, que se constituyó en Madrid en 1964, estaba integrado por el canario Juan Hidalgo, el italiano Walter Marchetti y el madrileño Ramón Barce, quien fue reemplazado en 1967 por Esther Ferrer. Tomás Marco y José Luis Fernández de Castillejo estaban cercanos a ZAJ. Se trataba de un colecti¬vo de vanguardia radical y experimental, cuya estética tenía como objetivo el rechazo a la sacralización del objeto artístico y a los circuitos convencionales de difusión de la obra de arte. Buscaban la provocación y la trasgresión.
En su producción recogieron influencias y principios estéticos diversos: Du¬champ, Cage, Satie, el futurismo. Pero es evidente que el grupo ZAJ se originó, en particular, en el precedente de fluxus y de las acciones de Alberto Greco. Los conciertos ZAJ consistían en una sucesión de breves acciones o etcéteras, que no tenían ninguna semejanza con un concierto tradicional, se basaban en ges¬tos, frases escritas, silencios y la exhibición de objetos descontextualizados.
El primer concierto ZAJ, con el título Concierto de teatro musical, se reali¬zó en Madrid el 21 de noviembre de 1964, con la participación de Hidalgo, Marchetti y Barce. La etapa más activa del colectivo perduró hasta 1972.

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